Que no sea una efeméride

El 17 de septiembre de 2005 será recordado como el día en que más blogueros se graduaron; y de una misma carrera. Hoy, por su propia voluntad —o en algunos casos solo hasta hoy por falta de ella—, los reconocidísimos señores Don tomate, Lewinski, Sergio Méndez y un servidor recibiremos nuestro diploma en sensacional ceremonia a la que siempre se define como «peluqueadera de locos».

Me da muchísima pereza ir a la tal ceremonia cuando en cambio podría estar pegado a este aparato, como siempre. Pero fui tan pendejo de poner que sí, que sí iba en el formulario que había que llenar. Acompañando a mi padre estarán el Cacique de la junta —distinguido lector de estas letras— y una niña judía que anoche estaba echando pola conmigo a las siete, en soberbia contradicción de la ley y el Talmud. Les regalé las dos invitaciones que quedaban porque fueron los primeros aparecidos.

Mi señor padre cometió el triste error de decirles esta mañana a mis tías chismosas que hoy me graduaba. Ellas tradicionalmente llaman los sábados a eso de las diez de la mañana. Cosa que ellas sepan la sabe después toda la familia. Y tal cual. Ya a mediodía estaban llamándome todos. Maldita sea.

Lo que no saben es que me gradúo, no de mala gana, pero tampoco con mucho orgullo. Cosa de mi personalidad tan pesimista, pero es que yo no nací pa’ semilla. Así que no entiendo por qué diablos estoy graduado de algo que no va conmigo, que supe que no me gustaba desde que estaba en primer semestre. Entonces ya era mi segunda vez como primíparo.

La verdad es que a mí lo que me gusta es hablar mierda; o escribirla. Eso cuando uno es primíparo es una delicia porque todo el mundo lo hace y es feliz. Pero entre más avanzan las cosas más hay que hacer de cuenta que uno es serio y para eso yo nunca serví. La verdad, las cosas solo me bastaban para tener la idea general de algo pero nunca llevarla a cabo. Aunque mi papá siempre me dijo que yo era un inconstante. Con eso en mente, poco que hacer. Me he puesto a pensar que lo único que me entusiasma es ponerme a cacharrear con Corel, Photoshop, Freehand o Flash o haciendo caldos, bases y salsas o escribiendo. Pero la investigación me causa mucha dificultad. La pasión que hay que tener, no la tengo.

Por eso este título se me hace un poco —o completamente— de mentiras. La historia a nivel de pregrado, por fortuna, no es un oficio. No tengo que tomármelo en serio, como tampoco me he tomado a mí mismo nunca.

En cambio, y esto es muy cursi pero necesario, las cosas que vienen junto a la vida en la universidad se agradecen y se extrañarán muchísimo:

  • Los entrañables amigos, conocidos y pasajeros con los que uno se sentaba a hacer nada —hablar mierda— en el G. Especialmente Eduardo, David, Diego y Daniel.
  • La monitoría en Administración, donde la conocí.
  • El espíritu y el amor de entre mamá —o tía— y patrón de finca de Diana Bonnett.
  • La asquerosa indiferencia de casi todos los profesores: Arias, Muriel y Bosenberg.
  • Decsi Arévalo, la mejor persona del Departamento de Historia, la más paciente, la más bacana, la más amable, la que más quiero también y a quien le debo quién sabe qué.
  • Aquel fenómeno de la naturaleza, de la humanidad y de la academia, la nefasta Adriana Maya de quien no hace falta dar detalles.
  • El año 2003 o de reingeniería general: Popayán y el congreso, conocerla, conocer a Meme, las placas, conocer una vez más a mis amigos.
  • La niebla de marzo y noviembre.
  • El R y Villa Paulina.
  • Ahora voy a bañarme.

    Quienes quieran ir, es esta noche en El Gabinete, calle 34 arriba de la Séptima. Celebraremos conjuntamente todos —o casi todos— los nuevos historiadorcitos, los que ya son y los que serán o no.

    16 Responses to “Que no sea una efeméride”

    1. hoycomoayer Says:

      Felicitaciones. Siempre he sido un historiador frustrado y a veces creo que me equivoqué al estudiar comunicación social. De pronto en otra vida con mucha más- o mucha menos- historia.
      Un saludo

    2. vopa Says:

      Cordial saludo y felicitaciones por el grado. Un historiador mas es justo lo que necesita el pais para salir adelante.

    3. juglar del zipa Says:

      Vopa:

      Eh… ¿gracias?

      Y no crea, a lo mejor sí. Yo creo que sí. Yo no claro, pero entre los que salieron conmigo, algunos que han salido y los que vienen, sí.

    4. dontomate Says:

      yo no soy serio, no puedo serlo uy a pesar que comousted dice, es necesario. bailaré la bamba que para eso se necesita una poca de gracia

    5. Maria Paula Says:

      Felicitaciones!! me alegra mucho que hayas logrado tantas cosas en 5 años cargados de maravillosos conocimientos y personajes, pero me alegra mas que hayas terminado una carrera tan apasionante, yo siempre quize ser historiadora, aquel mundo tan interesante, triste no? que seria de mi si lo hubiera logrado, eso de hacer investigaciones me hubiera dado ademas de prestigio, claridad ante el mundo, es que finalmente con la historia todo podriamos comprendemos y se podrian proponer cada vez mas soluciones a los problemas del mundo. Te envidio Miguel, ademas que aquella ceremonia de graduacion debe ser lo mas emocionante ¿3 horas eran de discursos? Es que en eso si no se requieren juegitos de celular.

    6. juglar del zipa Says:

      Maria Paula:

      Querida futura colega (en un futuro lejano). Efectivamente hice uso de los dispositivos recreacionales de mi celular en algunos momentos (normalmente los más divertidos) de la extensa ceremonia. Cuánta logística tan bellamente desplegada, además.

    7. Dauchoroma Says:

      Qué conmovedora esa lista del final

    8. perrata Says:

      Sumercé, espero que ya que no disfruta tanto el haberse graduado, al menos la haya pasado rico el sábado por la noche.

    9. David Lynch Says:

      Bueno es mejor tarde que nunca. Pues si buenos tiempos se pasaron en los Andes, tengo que reconocer que mi vida comenzo a cambiar en el curso de introducción a la historia II, con Bosemberg, gente linda, gente bella, exceptuando a la Gualdron y los dos cafres de economía. Todo esto era un paraiso en comparación a los/as antropologos/as “tolerantes y cheveres”, estoy siendo demasiado satirico, con los que me toco entrar; pues si eran y seguiran siendo unos hijueputas.

      Yo que en medio de todo me consideraba un “resentido”, me di cuenta que hasta los más queridos, es decir aquellos que en medio de la mierda siempre ven la miel, llega un punto en que se quiebran. En otras palabras hablo de mi querido e inestable amigo, Daniel Rojas, quien con gran melancolia, me contaba el viernes que no queria tomar pola cerca de los Andes, pues habia sido testigo de un caso bastante patetico de discriminación uniandina; bueno, insisto, es mejor tarde que nunca.

      Finalmente mi querido Juglar, debo agradecerte muchas cosas, los deliciosos ajiacos y otras exquisitas comidas que tuviste el gusto de ofrecerme, los libros prestados, dvds, y prestamos monetarios, que aun debo y que estoy en mora de pagar; pero lo mejor de todo es aquellos momentos en la jungla uniandina, en los cuales uno de repente se encuentra abrumadoramente solo, entre tanta niña linda y manadas de chulos en caceria, y de pronto aparece una cara amable con la cual poder hablar un rato mierda o poder ir a almorzar. Creo definitivamente que esos seran los momentos que mas agradecere y recordare de usted, Eduardo y Daniel. Gracias por todo.

    10. juglar del zipa Says:

      David Lynch:

      : ‘ ( WAAAAAAHHHHHHH!!!

      Y además tenía que ponerse el apellido de ese… artista.

    11. Dauchoroma Says:

      Me voy a vomitar de la ternura

    12. David Lynch Says:

      Dauchoroma:
      muerete perro narcobolchevique!!!!!!!!!

    13. de do pingue Says:

      aaaahhhhh! Adriana Maya, habia conseguido olvidarla!!!!!!!!

    14. juglar del zipa Says:

      Pingüé:

      Lamento haber llevado a usted horribles imágenes de pelo rebelde y voz escandalosa.

    15. de do pingue Says:

      AAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!! igual gracias.

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