Jazz etíope
La vida no es el cine. En la vida pasan cosas y pasan y pasan y al final nunca pasa nada y si hay banda sonora es porque uno pone un disco. Buen disco el de Flores rotas.
Cortesía de Castpost y Mulatu Astatke
La vida no es el cine. En la vida pasan cosas y pasan y pasan y al final nunca pasa nada y si hay banda sonora es porque uno pone un disco. Buen disco el de Flores rotas.
Cortesía de Castpost y Mulatu Astatke
January 29th, 2006 at 11:45
La musica siempre acompanyo bien el momento… como si Winston supiera que se le venia pierna arriba a Don cuando lo embarco en su aventura…
January 29th, 2006 at 14:26
Pues cuando uno va a cine para no ir la vida lo minimo que podria uno esperar es algun balazo, o aunque sea un zombie. Pero nooooo.
January 29th, 2006 at 21:58
Pero a Winston si le pasaban cosas con esa musica, bueno a Don tambien pero absurdas, chevere la pelicula menos uno que otro chiste gringo, bueno no podia dejar de ser gringa porque es gringa.
January 30th, 2006 at 00:57
¿Que la vida no es el cine? Pero se le parece bastante…
http://cinecolombia.blogspot.com/
January 30th, 2006 at 09:25
Totalmente de acuerdo con Sentido Común: la vida ES el cine en Colombia, solamente.
January 30th, 2006 at 09:37
Sentido, Álvaro:
Con razón el cine colombiano es tan paila… por cierto, ¿qué tal el baúl rosado?
January 30th, 2006 at 15:12
Juglar, me gusto mucho la banda sonora de Flores rotas, pero como es logico no quiero pagar por ella. No me haria usted el favor de pasarme las canciones? Gracias.
January 30th, 2006 at 15:28
editor:
Con mucho gusto le paso las canciones que encontré del señor Astatke -buenísimas-, pero la banda sonora aun no la he podido bajar. Si le quedó gustando la música etíope pille este sitio.
January 31st, 2006 at 14:29
Listo, Juglar, yo no sé mucho de estas cosas de la pirateria transatlantica, pero si me puede pasar las canciones por e-mail le agradeceria muchisimo.
Ah, y voy a ver el sitio de musica etipoe. Oiga, y un consejo de lector: ponga mas musica. Las canciones en su blogs hacen que los lectores vuelvan una y otra vez a escuchar la melodia de la que quedaron enganchados.